Octubre de 2021. El Obispo de Ragusa hizo una invitación al Papa Francisco I, para que asistiera a los 75 años de la creación de su diócesis, que tendrá lugar en el año 2025. ¿Cuál fue la respuesta del Papa? “En el 2025 será Juan XXIV quien hará la visita” indicando que para dicho año ya no estará posiblemente en el pontificado.
Septiembre de 2011. El Dalai Lama manifestó que cuando cumpla 90 años, en julio de 2025, decidirá si la institución del Dalai Lama deberá continuar y, por tanto, si deberá reencarnarse nuevamente, después de 600 años de sucesivas encarnaciones, según lo cree la tradición tibetana.
El XIV Dalai Lama, como el Papa Francisco I son dos de las figuras religiosas más relevantes e influyentes a nivel mundial. Ambos son reconocidos, globalmente, como los herederos más populares del legado de Gautama Buda y Jesús, respectivamente.
Aunque la heteredoxia budista y cristiana sea abundante en exceso, lo cierto es que una gran parte de los hitos y desarrollos de dichas tradiciones espirituales, en sus vertientes exotéricas como esotéricas, están íntimamente relacionadas en oriente con el budismo gelugpa, en cabeza del Dalai Lama y en occidente, con el catolicismo romano, cuyo líder es el Papa. En algunos periodos, dicha relación entre la secta gelugpa con las otras ramas del budismo o del catolicismo romano con las demás vertientes del cristianismo, fue de crudo antagonismo, pero, a su vez, no en pocas ocasiones, también de confusión y mezcla.
Pilares espirituales, como el Eckarth de Hochheim, Tomás de Kempis o Juan de La Cruz, fueron católicos. Pero los rosacruces del siglo XVII declararon al Papa como su antítesis, según así se indica en su Confessio Fraternitatis.
La teosofía del siglo XIX bebió del budismo más esotérico, pero llamó dugpas, magos negros, a aquellos budistas que hacían presencia mayoritaria en el Tibet antes de la aparición de Tsong Kha Pha, el reformador del budismo en el Tibet durante el siglo XIV.
¿Los actuales Papa y Dalai Lama encuentran alguna resonancia con la Gnosis Atemporal, blasón de los rosacruces y teósofos modernos que se expandieron desde 1875 por el mundo?
Veamos algunas de sus declaraciones:
En el año 2016, Francisco I hacía su primera referencia al gnosticismo desde su llegada al Papado, en la cual indicó: “Creo que nosotros, en este mundo así secularizado, tenemos también otro peligro, el de la espiritualidad gnóstica: esta secularización nos da la posibilidad de hacer crecer una vida espiritual un poco gnóstica.”
«¿Los actuales Papa y Dalai Lama encuentran alguna resonancia con la Gnosis Atemporal, blasón de los rosacruces y teósofos modernos que se expandieron desde 1875 por el mundo?»
Tras otras afirmaciones similares en el curso de los años, en mayo de 2022, Francisco I indicó: “La antigua gnosis heterodoxa, fue una trampa muy poderosa y muy seductora para el cristianismo en los primeros siglos” y subrayó: “La tentación gnóstica que es una de -digamos la palabra- herejías, una de las desviaciones religiosas de este tiempo, la tentación gnóstica siempre permanece vigente.”
Por su parte, el Dalai Lama desde 1977 reconoció a la tradición ocultista Bohn, fundamentada en la hechicería, el animismo y la magia elemental, como una rama legítima del budismo; aquella misma tradición que Blavatsky y el budismo esotérico del siglo XIX consideró como el prototipo de los dugpas o hermanos de la sombra. De esta forma el Dalai Lama abrió la puerta a un grupo religioso sobre el cual su propia escuela de pensamiento budista surgió como oposición 600 años atrás, con el fin de elevar al budismo esotérico a su verdadera naturaleza.
Al parecer, la distancia entre el budismo y cristianismo gnósticos, centrados en la pureza de la consciencia y el cuerpo y su posterior transformación, basada siempre en el conocimiento espiritual, sigue siendo tan amplia como en el pasado, respecto al budismo y cristianismo exotéricos, fundados en un intenso culto a los muertos y a los dioses elementales, bajo el uso de la magia devocional y sexual, de forma consciente o inconscientemente aplicada, e implicados en todo tipo de compromisos políticos y escándalos.
Al respecto, Blavatsky manifestó lo siguiente en su artículo “Reencarnations of Tibet”, acerca de la distinción entre el budismo y cristianismo esotéricos y su contraparte clerical: “El lamaísmo popular, en comparación con el budismo esotérico real (…) ofrece un contraste tan grande como la nieve pisada a lo largo de un camino en el valle, hasta la masa pura e inmaculada que brilla en el ápice de la gran Montañana (…) aunque muchos puedan saber como leer sus misteriosos libros, nadie puede explicarlos: una observación de despedida que podría aplicarse con tanta justicia para los cleros tibetano y cristiano”.
Y por otro lado, el Mahatma Koot-hoomi manifestó, refiriéndose al impulso espiritual que intentó sembrarse en el último cuarto del siglo XIX: “La oposición representa enormes intereses creados, y cuenta con el apoyo entusiasta de los dugpas, ¡en Bután y en el Vaticano!”.
«Centrados en la pureza de la consciencia y el cuerpo y su posterior transformación, basada siempre en el conocimiento espiritual.»
Para ambas instituciones, la del Dalai Lama y la del Papa, se ha demostrado ser ya imposible la ruptura definitiva con los actos de corrupción, los escándalos sexuales y el uso de la magia forzante.
¿Qué implicaciones tiene todo esto en el momento en qué vivimos, momento en que está por terminar el primer cuarto del siglo XXI en el año 2025, momento en el cual, de forma consciente o no, el Papa y el Dalai Lama actuales han anunciado el final de su periodo?
¿Serán el Papa Francisco y el XIV Dalai Lama, los últimos jerarcas de sus religiones? No lo sabemos ahora, pero es posible vislumbrar que el budismo tibetano y el catolicismo romano no serán los mismos después de que sus actuales jerarcas abandonen su mandato.
Es posible prever una crisis de tipo político para el siguiente Dalai Lama, en caso de que el actual disponga que el linaje continúe. La elección del siguiente Dalai Lama estaría sometida a la influencia de China que, con la capacidad de ejercer su control sobre el Panchen Lama, quien deberá nombrar al siguiente Dalai Lama, pondrá en aprietos la legitimidad en la dirección de la religión budista tibetana tradicional en todo el mundo y que posiblemente marcará el declive definitivo de la misma que viene sucediendo desde 1950, tras la invasión de la República Popular China en el Tibet, en una arquetípica lucha de poder entre la iglesia y el Estado, que también puede verse reflejada en el mundo islámico entre los chiíes y sunníes.
«Así, Jan van Rijckenborgh consideró que era posible invertir esa ley y que las escuelas espirituales, en virtud de su propia espiral de progreso, podrían determinar la naturaleza de la iglesia y el Estado.»
Por su parte, el sucesor del Papa Francisco I no se encontrará pocas resistencias, tanto de tipo político, como desde el punto de vista doctrinal. A los escándalos que han desgastado a la Iglesia de Roma durante las últimas décadas, se suma la actual confrontación entre varios sectores que luchan por la predominancia de sus perspectivas de la doctrina, en medio de una continua amenaza de cismas durante los nueve años que han transcurrido desde el inicio del papado de Francisco I.
Jan van Rijckenborgh, como gnóstico moderno, previó que los desarrollos políticos y eclesiásticos no tendrían más influencia en la expansión de los impulsos que tienen lugar a través de las escuelas espirituales, como había estado sucediendo hasta la segunda guerra mundial. A ello se puede ligar la presunta disminución del imperio de la magia religiosa, como consecuencia de la creciente individualización de la consciencia humana y su inclinación acentuadamente materialista, que ha dejado de ver con veneración el uso de los rituales a los que hoy solo atribuye valores estéticos. Así, Jan van Rijckenborgh consideró que era posible invertir esa ley y que las escuelas espirituales, en virtud de su propia espiral de progreso, podrían determinar la naturaleza de la iglesia y el Estado.
Claramente, esa influencia estaría marcada por una necesaria renovación de la iglesia y del Estado que, habiendo llegado a un punto muerto, habían dejado de cumplir una función desde el punto de vista del plan de desarrollo de la consciencia espiritual de la humanidad.
Como es evidente, esa renovación pasa por un periodo de crisis, de declive, en la cual, esas instituciones pueden decidir si acoger o no los impulsos que van a ser aportados en forma de ideación por las escuelas espirituales, para emprender la vuelta al cauce en el cual la religión esté inspirada en el Plan de desarrollo espiritual actual de la humanidad o, al menos, deje de ser un impedimento para el mismo.
Tal vez, mientras nos vamos acercando al año 2025, para aquellas personas sensibles e inquietas por su propio desarrollo espiritual y el de la humanidad, sigan apareciendo los signos de una revolución espiritual en marcha; el amanecer de una nueva época marcada por una espiritualidad basada en una consciencia despierta, activa y autónoma, mientras llegamos como humanidad a las postrimerías de los desarrollos religiosos de masas, basados en la ley exterior, en una actitud pasiva, dependiente, mediada siempre por la devoción, y cuyos arquetipos están en las figuras más prominentes del sacerdocio profesional, el Papa y el Dalai Lama.
El tiempo actual exige para los buscadores espirituales adoptar una posición activa, con el fin de que las semillas que han estado siendo sembradas en la consciencia de la humanidad durante el primer cuarto de este siglo, den fruto en los tres cuartos de siglo siguientes; esto permitirá enraizar a cada vez más seres humanos en su propia consciencia espiritual, pues la poca cooperación que podamos tener con esa línea de trabajo puede ocasionar no solo la destrucción de las antiguas instituciones, sino la imposibilidad momentánea de una nueva edificación que responda a las necesidades de la actual evolución de la consciencia humana.
En ese último caso, es posible que se cristalicen temporalmente los desarrollos futuros, tal como sucedió a los numerosos movimientos espirituales que estaban fuertemente activos en el primer cuarto del siglo XX y que dieron al traste paulatinamente por un sinnúmero de controversias internas y por la necesidad atávica de anteponer el sucedáneo religioso devocional, con jerarquías eclesiásticas y maestros exteriores, en vez de colocar los acentos en la autodisciplina, el esfuerzo propio, la entrega desinteresada, el conocimiento y trabajo sobre las propias limitaciones, con la consiguiente puesta al servicio de los demás de los frutos internos cosechados de un modo impersonal.
Querido lector, ¿qué opinas? ¿sobrevivirán las religiones al siglo XXI?
Citas:
https://www.elconfidencial.com/mundo/2021-10-07/papa-francisco-elige-sucesor_3303051/.
2 https://cnnespanol.cnn.com/2021/02/15/dalai-lama-reencarnacion-crisis-religiosa-china-tibet/
3Según el Glosario Teosófico: “Literalmente: “Casquetes rojos”, una secta del Tíbet. Antes del advenimiento de Tsong–ka–pa en el siglo XIV, los tibetanos, cuyo budismo, deteriorado por ellos, había sido horriblemente adulterado con las doctrinas de la antigua religión de los Bhons, eran todos dugpas. Desde aquel siglo, sea como fuere, y después de las rígidas leyes impuestas a los gelukpas (“casquetes amarillos”) y de la reforma y depuración del budismo (o Lamaísmo), los dugpas se entregaron más que nunca a la hechicería, a la inmoralidad y a la crápula. Desde entonces, la palabra dugpa ha venido a ser sinónima de “hechicero”, “adepto de la magia negra” y de toda cosa vil (…)”
4https://www.aciprensa.com/noticias/papa-francisco-advierte-del-peligro-de-caer-en-una-espiritualidad-gnostica-48593
5 https://infovaticana.com/2022/05/04/francisco-alerta-de-la-tentacion-gnostica-como-una-de-una-de-las-desviaciones-religiosas-de-este-tiempo/
6 https://sabiduria-atemporal.blogspot.com/2022/02/gelugpas-tantra-y-dalai-lamas-una_20.html
7 https://universaltheosophy.com/hpb/reincarnations-in-tibet/
8 https://sabiduria-atemporal.blogspot.com/2022/02/gelugpas-tantra-y-dalai-lamas-una_20.html
9 J. van Rijckenborgh: El Camino Universal. El misterio y la vocación de Hiram-Abiff. El Maestro constructor. Fundación Rosacruz. 2019.